EL GRAN MASTURBADOR 1929
El gran masturbador óleo sobre lienzo 110x 150 cm Centro de Arte Reina Sofia |
En el caso de El gran masturbador , buena parte de esas representaciones pueden relacionarse con los" orígenes " del pintor ." Desde el momento de mi llegada a Cadaqués " ,fui acometido por un recrudecimiento de mi período infantil ", anotaría con posterioridad refiriéndose a aquel verano ". Su mente se había poblado de un sinfín de percepciones que intentó trasladar a la pintura tan milimétricamente como le fue posible . Podemos identificar esa regresión con el encadenamiento de las tres figuras , situadas bajo la faz del gran masturbador: encadenamiento que concluye, al fondo, en la linea del horizonte, con un niño cogido de la mano de un adulto, una característica representación en los cuadros de aquel momento del pintor niño. También formarían parte de esa vuelta a los parajes de la infancia el saltamontes, las piedras, las conchas , las plumas de colores, el suelo reseco o las hormigas .
La mujer petrificada enlazaría asi mismo con esos recuerdos " biográficos " No en balde , uno de sus modelos fue un espejo modernista colgado desde siempre en la casa familiar de los Dali . En general, los recuerdos infantiles representados en el óleo están teñidos por el miedo. También el rostro de esa dama . Si tenemos en cuenta que el segundo modelo en que se inspiró fue el cuadro de Dante Gabriel Rossetti, Beata Beatrix, y que Dali consideraba la mujer prerrafaelista como sinónimo de " terror " y " repugnancia "entonces entendemos mejor el estado de petrificación que presentan , tanto ella como el cuerpo masculino al que acerca sus labios . Ambos se vincularían con la cabeza de león cercana que, con sus cabellos erizados, nos recuerda una temible Gorgona, cuya mirada destruía petrificado.
El temor a la castración, simbolizado según Freud por la cabeza de la Medusa, se subrayaría mediante la ostentosa lengua que sobresale enrojecida y fálica,de entre los afilados dientes del león . Este conjunto de sexualidad y muerte,al que no son ajenas las volutas arquitectónicas en ruinas, en que se prolonga la pareja de la derecha , o el páramo aciago sobre el que se levanta la totalidad de la representación , no resulta tan sólo un documento psicopatológico completamente alejado del mundo del arte-como entonces pretendía hacer creer Dali , en sintonía con los postulados surrealistas
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El jardín de las delicias ( detalle ) Bosco, 1510 Madrid, Museo Nacional del Prado |
Pese que el pintor siempre defendió que ese rostro angustiado se basaba en una roca de Cap de Creus ( agreste paisaje cercano a Cadaqués ) lo cierto es que trabajos recientes lo han relacionado con una de las imágenes de la " Tabla de la Creación " que forma parte del tríptico El jardín de las delicias de Hieronymus Bosch , una obra que Dalí conocía bien por hallarse en el Museo del Prado . Si tenemos en cuenta que, como el cuadro de Dalí, la obra del pintor flamenco es también una oscura inmersión en las profundidades de los orígenes- en cuyo fundamento se entremezcla la sexualidad y la muerte- quizás entonces estemos en condiciones de entender por qué El gran masturbador dos años después de haber sido ejecutado, continuaba acechando las noches de André Breton hasta poblar de pesadillas sus sueños
Bibliografía : Dalí , Salvador , Edic ; " Todo Arte "
Tamara Tamaral
12-08-2014
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