miércoles, 20 de julio de 2016

LA VICARIA MARIANO FORTUNY

LA VICARIA 1870


La Vicaria
óleo sobre tabla 60 x 93m 5 cm
Museo Nacional de Arte de Cataluña
 
 

La obra maestra de Fortuny se alimentó de las pinturas de Goya-artista al que Fortyny profesaba una gran admiración ,hasta el punto de rendirle con esta obra un tributo y reconocimiento al pintor aragonés.
 
Evidentemente , en La Vicaria reconocemos una serie de características - entre las que podemos mencionar , por citar algunos ejemplos , citaciones evidentes, tipologías figurativas y recursos compositivos - que muestran una inequívoca filiación goyesca; en una palabra, ecos artísticos que remiten, de manera automática , a la cultura figurativa , el lenguaje visual codificado por este pintor . Pero si hay un aspecto que destaca por encima de los demás , es el que hace referencia a la ambientación de la pintura. El escenario religioso aparece ante nuestros ojos de una forma desconcertante , como un espectáculo abigarrado de personas, de suntuosos trajes , de un preciosismo decorativo desmesurado ; factores todos ellos que contribuyen a restar solemnidad y protagonismo a la narración principal .
 
Incluso las actitudes de los personajes , el aire displicente de algunos de ellos o la atmósfera de chismorreo , de indisimulado galanteo o cortejo, que domina la actitud del grupo principal , son comportamientos desprovistos del decoro necesario que requería un espacio de estas características .
 
 
 
 . Las principales características de la obra de Fortuny se resumen en esta obra: cuidado dibujo; minuciosidad y preciosismo; delicadeza y verosimilitud en los detalles; amplitud espacial; gran sentido del color y estupendo estudio lumínico; perfecta captación de los distintos tipos de telas y sus calidades descriptivas; interés por las expresiones de los personajes que se convierten en auténticos retratos; pincelada rápida y fluida a la par que precisa; interés por el estudio de los reflejos que provoca la luz blanca.
 
La imagen es un perfecto retrato de la sociedad española del siglo XVIII con su clérigo, su torero, sus damas encopetadas, sus majas, el militar, hasta el demandadero de las ánimas del purgatorio, la extraña figura que con el torso desnudo, la cabeza encapuchada y una bandeja en las manos otorga a la escena un aspecto fantasmal.
 
Tamara Tamaral
20-07-2016

Bibliografía : ARTEHISTORIA