Autorretratoóleo sobre tabla 53,5 x 41 cm Madrid, Museo Nacional del Prado
Alberto Durero fue el artista del Renacimiento , incluido el italiano, que se autorretrató una mayor cantidad de veces . Con anterioridad a esta obra que se exhibe en el Museo del Prado ya se posee un " Autorretrato independiente ", fechado en 1493, conservado en el Museo del Louvre y, otro posterior, el célebre Autorretrato con Jesucristo de 1500 , que se puede admirar en la Alte Pinakothek de Múnich. Estos , sin duda , sin olvidar las numerosas veces que Durero aparece en otras composiciones como La Santísima Trinidad o el Martirio de los diez mil cristianos , ambos conservados en el Kunstohistoriches Museum de Viena . Todo ello es buena prueba de la continua introspección a la que se sometió el artista , uno de cuyos ejemplos más significativos es este Autorretrato del Museo del Prado
La obra del Museo del Prado es, un reconocimiento del interés de Durero por la naturaleza , como del orgullo con que contemplaba su figura del artista . Resulta obvio si contemplamos no solo el cuidado de la pintura de su rostro, de su barba y de sus exquisitamente rizados cabellos. Parece ser que Durero estaba muy satisfecho de su físico así como de las vestimentas que solía utilizar para sus Autorretratos En este , además del cuidado que ha puesto en resaltar la belleza de su rostro no ha descuidado nada de su atuendo. La indumentaria es muy refinada con colores claros : jubón en blanco y negro , gorra con borla con los mismos tonos , camisa con bordados de oro, cordón de seda y capa parda colocada sobre los hombros. De este modo , Durero contrasta el carácter sensual de sus facciones con la mirada fría y penetrante y repartiendo la atención entre el espectador y la lejanía, con el fin de dotarlos de animación . Esto hace que su personalidad permanezca inaccesible y con un matiz de misterio.
Otro elemento importante es la importancia que Durero ha otorgado a sus manos -colocadas de un modo extraño -con dos dedos doblados y el resto extendidos Las manos están cubiertas por unos guantes de cabritilla gris, que denota su alto estatus social. El formato del cuadro es vertical , el artista se ha colocado un poco girado hacía el espectador , esta postura era muy habitual en la pintura flamenca, a diferencia del italiano donde el retratado se mostraba en posición frontal. Se cree que Durero se sirvió de un espejo plano así podía contemplar la inversión de su cuerpo. En el ángulo superior derecho el artista deja asomar una parte de un paisaje pintado con los mismos colores que lleva en su atuendo , y, ha señalado ligeramente algunos trazos de las montañas aplicando leves toques de azul cielo . Resumiendo partiendo del esquema flamenco ha aglutinado elementos italianizantes apoyándose en juego de verticales y horizontales .
Bibliografía: Durero, Edic : Biblioteca " El Mundo "
Tamara Tamaral
14-08-2014
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