martes, 12 de agosto de 2014

CARDENAL Y MONJA ( CARICIAS ) EGON SCHIELE

CARDENAL Y MONJA ( CARICIAS ) 1912
Cardenal y monja ( caricias )
óleo sobre lienzo 70 x 80,5 cm
Leopold Museum. Viena





En el centro de esta tela aparecen dos figuras arrodilladas y estrechamente abrazadas , formando una estructura piramidal a base de triángulos superpuestos.La figura masculina viste el típico atuendo púrpura de un cardenal y en su cabeza luce el solideo cardenalicio. La figura femenina lleva el hábito violeta de una monja.




Esta pareja parece encontrarse suspendida en un espacio abstracto , definido mediante superficies planas de color . No resulta claro identificar dónde se asientan las figuras, ni si la superficie roja forma parte del suelo o del indumento del cardenal. Sus pies y sus rodillas se apoyan firmemente . Empuja su cuerpo hacía delante, posándose sobre la monja, que retrocede un poco , inclinando su torso hacía atrás. Parece que se está entregando a algo prohibido, aún mientras sus manos se han representado en un gesto de rezo. Ella gira la cabeza hacía el espectador y mira con expresión de espanto en su rostro, como si estuviera alerta o intranquila . El cardenal de perfil , fija la atención en su objeto de deseo prohibido


 
El beso ( Gustav Klimt )  1907-08
óleo sobre lienzo 180 x 180 cm
Osterreichische Galerie Belvedere, Viena






Esta escena consiste, no cabe duda en una cita- o mejor en una irreverente parodia de El beso ( 1907-08 ) de Gustav Klimt. El tema del encuentro amoroso , Schiele lo modificó aquí sustancialmente , tanto en el contenido como en la forma. Sólo conservó la pose en la que se encuentran los cuerpos, arrodillados y unidos en un abrazo solitario.




El mundo idílico de flores y oro de Klimt , aparece aquí transformado en la oscuridad de un sombrío aposento monástico. Schiele sustituyó el fondo de oro por una superficie oscura y abismal. Los brillantes acordes cromáticos de Klimt se limitaron en esta obra a un inquietante contraste de rojos y negros, los colores del amor y de la muerte. La tensión creada al confrontar rojo y negro se acrecienta aquí con el contraste entre las vestiduras monacales y las partes del cuerpo desnudo, que destacan por su claridad.




El ambiente preciosista y tiernamente sensual de Klimt ha dado paso a una atmósfera extraña , perturbadora, morbosa. Y los protagonistas ya no son los amantes que se entregan de forma pura y sin culpa y al deseo. Aquí, la atracción de los seres personificados por dos miembros del estamento eclesiástico- es vista como pecado, como algo sacrílego. La mujer no se abandona a la caricia apasionada del cardenal , se muestra atemorizada , quizá consciente del acto sacrílego que está por consumar. Aquí la sexualidad es entendida como algo pecaminoso. En clave expresionista , Schiele reelaboró , no exento de sarcasmo, aquella visión utópica del amor en un desesperado ímpulso carnal.




Cardenal y monja no deben entenderse , únicamente , como una representación genérica de la relación transgresora entre un cardenal y una monja. Como todas las pinturas alegóricas que pintó Schiele , esta también se fundamenta en sus vivencias personales. Pintado en la segunda mitad del año 1912, este trabajo pertenece al grupo de obras realizadas tras el episodio de su encarcelamiento , que tuvo lugar en abril de ese año. La ira y la angustia por la humillación sufrida se tranformaron en provocación y mofa. El joven y rebelde muchacho se burló aquí de los bienpensantes, aquellos que condenaron su arte y le llevaron a la cárcel . Incluso, muchos estudiosos han identificado a estos personajes con el mismo pintor y su compañera Wally, modelo y amante. La vida en concubinato de la pareja fue considerada por sus contemporáneos como un acto sacrílego y los dos amantes Egon y Wally, fueron objetos de graves ofensas, debiendo sufrir en 1911, la expulsión de la ciudad de Krumau.




En un tono sarcástico , el pintor quiso vengarse escandalizando a la iglesia y acometió contra el carácter represivo de la moral de la época. Eligió como tema uno de los tabúes más instaurados en la sociedad de tradición cristiana: la sexualidad prohibida en la vida monacal. Con gran ironía, Schiele , subtituló si obra Caricia queriendo hacer evidente el sentimiento de lujuria e instinto que subyace en esta pareja de eclesiásticos y con ello, desmontar la hipocresía de aquellos que predican la castidad o la abstinencia


Bibliografía : Egon Schiele " Galería de Pintores " Edic Monsa






Tamara Tamaral
12-08 -2014


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