Madre e hijo óleo sobre lienzo Colección particular |
En 1885 nace Pierre, el primer hijo de Renoir y Aline Charigot. El nacimiento del pequeño llevará al pintor a tratar los asuntos de maternidad con mayor frecuencia en estos años, un momento en el que el impresionismo está atravesando un periodo de crisis y Renoir reacciona empleando un mayor modelado en sus figuras, un acertado dibujo y colores fríos y suaves, tal y como podemos observar en esta intimista escena. Pero también continúa utilizando aspectos habituales del impresionismo como la importancia de la luz, las sombras coloreadas o los efectos atmosféricos creados en la estancia, resultando una obra de transición hacia el estilo final definido por las famosas bañistas
. Las pinceladas son largas y fluidas, renunciando a los detalles. La sensación que el espectador experimenta contemplando estos trabajos es de tranquilidad y quietud, haciéndonos partícipes del tierno momento de vestir al pequeño mientras éste juega con el gato. La composición está estructurada de manera clásica al utilizar una pirámide como figura compositiva, recordando a las Madonnas renacentistas que el pintor admiró durante su viaje a Italia en 1881, especialmente las pintadas por Rafael.
Tamara Tamaral
28 septiembre 2022
Bibliografia : Artehistoria
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