EL IDOLO
El ídolo óleo sobre lienzo 73 x 91 cm Museo del Ermitage San Petesburgo |
Ya casi al fin al de su vida, en las Islas Marquesas, Gauguin reflexionaba sobre la tradición escultórica de Polinesia: "Este arte ha desaparecido por culpa de los misioneros, que han considerado que esculpir, decorar, era fetichismo, ofender al Dios de los cristianos". En efecto, ya a finales del siglo XIX la casi totalidad de las antiguas tallas de madera polinesias habían sido destruidas por las devastadoras misiones cristianas. Gauguin emprende así una misión épica: devolver a los nativos polinesios su destruida mitología.
El ídolo es una obra de las muchas que Gauguin realizó durante su estancia en Tahiti , pero no a su maravillosa naturaleza , ni tampoco a su pueblo alegre y bondadoso , sino a las oscuras creencias y terrores que dominaban las almas de los supersticiosos tahitianos .
El Idolo aparece sobre un fondo del mismo paisaje tahitiano , pero sus colores se han ensombrecidos , están penetrados de una sensación de alarma. El paisaje está desierto : la única figuración humana , agobiada por la enormidad del ídolo , pasa casi desapercibida a lo lejos . Hay algo misterioso en el aspecto , en los ojos lanzados al espacio , en el propio cuerpo , de esta inquietante creación de la fantasía del pintor . El contorno del dibujo ha perdido la precisión característica en Gauguin; ha desaparecido la claridad solar de sus imágenes
Tamara Tamaral
29-08-2016
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